Etiquetas

14 jul 2010

Cecilia Lisbon dress




Siempre me he abstenido de recomendar libros a otras personas. No me gusta. Pueden terminar odiando el libro que según yo les podría gustar y no quiero que luego me digan que se les hizo aburrido u otras quejas similares. Por eso si en este espacio menciono libros es porque o el mencionado lo estoy leyendo en el momento, o sólo quiero que sepan de su existencia, lo cual creo yo es diferente a recomendar. Ahora que lo recuerdo, quizá en algún momento en este blog usé la palabra "recomendar" (no necesariamente en su modo infinitivo) pero lo más seguro es que haya sido un disco o algo. Tal vez una película. No lo recuerdo.
Como sea, este "post" no se trata sobre recomendar un libro, sino, por decirlo así, hablar sobre la moda o la estética en él. Y en este caso en particular se trata de "Las vírgenes suicidas" de Jeffrey Eugenides. Sólo me detendré a decir que esta novela pertenece a la narrativa moderna norteamericana, con una estructura y narrador (o narradores) muy interesante. Está ambientada en los setenta y trata de cinco hermanas, las hermanas Lisbon, quienes inexplicablemente deciden suicidarse. Pero hasta ahí de la novela.
Cuando la leí trataba de imaginarme cómo serían las Lisbon, o más especifiamente, cómo se vestirían. Después de terminarla, vi la adaptación que hizo Sofia Coppola con Kirsten Dunst, y debo agregar que a mi sí me gustó. Es obvio que no refleja a plenitud el argumento y deja algunos cabos sueltos, pero me parece que logra crear la atmósfera y también cuida mucho los detalles.
En fin, al verla, me fascinó la forma como iban vestidas. Un estilo romántico, sobrio y femenino. Era casi como me las había imaginado antes de verla, y digo casi porque la versión fílmica logró trasmitir con el vestuario esa imagen misteriosa que reflejaba su actitud.
Mi hermana favorita siempre será Cecilia, quizá porque me parece la más misteriosa de todas las hermanas. Pero cuando vi el vestido de la Cecilia fílmica, me congelé. Lleva el vestido blanco más hermoso que he visto en mi vida. Blanco y de encaje. Hermoso. Simplemente hermoso. Y como siempre, me pasa lo mismo que con las botas: nunca he podido encontrar uno, ya no digamos igual, parecido. Pero esta vez no me he dado por vencida. Hoy fui a Parisina, un lugar donde venden telas (entre otras cosas) y compré dos metros de encaje blanco. Aún creo que me va a sobrar, pero nunca se sabe. También compré forro y otras cositas. Ahora sí, lista para hacer mi vestido de Cecilia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario